“¡Qué viva México” está dividida en cuatro partes( “Sandunga”, “Maguey”, “La fiesta” y “La soldadera”) al igual que “El acorazado Potemkin” con la única diferencia de que el segundo tiene cinco partes, son como episodios en los que transcurren diversas acciones que confluyen más tarde para presentar la historia. En estos cinco episodios, el director ruso logra atraer la historia del país reflejándola a través de sus fiestas, por ejemplo, la corrida de toros heredada de la tradición andaluza( española) con su conquista.